AMBERES
(ANTWERPEN en flamenco o ANVERS en Francés)
Es la segunda ciudad más grande de Bélgica, con casi medio millón de habitantes, situada a 50km al norte de Bruselas y bien conectada por tren con ésta. Es una ciudad muy próspera que cuenta con la mayor industria del diamante del mundo. En Amberes uno se da cuenta de que no está en Valonia, y de que es una ciudad muy auténtica, moderna y genuina, ya que sus habitantes le dan éste carácter que Bruselas por ejemplo no tiene, debido a su alta concentración de inmigrantes y expatriados de todo el mundo.
En Amberes se respira prosperidad y ambiente joven. Cuenta con numerosos museos, restaurantes, bares de moda y ambiente nocturno. Es una ciudad muy interesante desde el punto de vista del visitante, ya que excepto en la Grote Markt y sus alrededores, uno puede sentirse como uno de los pocos turistas que hay por allí si se pierde por sus alrededores.
Si llegáis en tren, debéis bajar en la estación central (Central Statioon). A unos 15 minutos a pie de allí, se sitúa el centro de Amberes, Grote Markt, una bella plaza con la a fuente Brabo, cuya leyenda cuenta que arrancó la mano a un gigante que aterrorizaba a los barcos en el río escalda. La Grote Markt está rodeada de edificios gremiales de la época del sXVI. Al sureste se encuentra la Catedral, una de los más bellos lugares de culto gótico en Bélgica, que cuenta con obras de los pintores flamencos Appelmans y Rubens.
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Al norte de Grote Markt, podemos encontrar el Mayer vander Bergh Museum, con una grandiosa colección de tapices, objetos de plata, mobiliario y cerámica.
A 10 minutos andando desde Grote Markt, en dirección sur, se encuentra el Museum voor Schone Kunsten, en donde pueden contemplarse una de las mejores colecciones de arte del país, con un especial énfasis en los pintores flamencos: Jan can Eyck, Memling, Rovier van de Weyden, Quentin Matsys y sin olvidar a Rubens.
Uno de los museos más interesantes de Amberes es el Plantin-Moretus Museum. Situado al sur de Grote Markt, en Vrijdagmarkt. Se trata de la casa familiar en donde tenían y dirigían su taller de imprenta en el siglo XVII. Es realmente impresionante el impacto que la imprenta causó en esta época, y en este museo puede uno sentirse como en aquellos momentos, ya que el edificio, mobiliario, libros, y talleres se conservan en muy buen estado.
No hay que olvidar también el barrio Judío de Amberes, que no debiera visitarse durante el SHABAT por respeto a sus habitantes (desde el viernes a la puesta del sol hasta el sábado por la tarde cuando vuelve a ponerse el sol). Aunque en este barrio el único atractivo que puede encontrarse es la autenticidad que tienen sus habitantes.
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